Samael Aun Weor afirmó en varias ocasiones que él fue anteriormente el famoso conquistador romano Julio César.
Por
ejemplo, en su conferencia conocida como “Postulados
Herméticos Desvelados” Samael dijo:
« Sí
en efecto, yo tuve la personalidad de Julio César, yo mismo fui el celebre
“Julio César” de Roma, yo mismo. »
Y
en su libro “Mi Regreso al Tíbet” él
añadió:
« Yo
utilicé la personalidad humana de Julio César para formar el Gran Imperio
Romano, me batí como un león en las Galias y todo el mundo sabe que fui
asesinado por Bruto, el traidor. »
(Capítulo
6: La Orden Sagrada del Tíbet)
Y
cuando uno de sus seguidores le preguntó:
- “De sus pasadas reencarnaciones, ¿cuál le parece
que fue la más provechosa para la humanidad?”
Samael
respondió:
- “Aquella que yo tuve como Julio César.”
(Libro:
Las Respuestas que dio un Lama)
E
incluso hasta pretendió que sus alumnos habían estado también en la antigua
Roma junto con él, ya que en la conferencia conocida como “Investigaciones Esotéricas de Gran Valor” Samael dijo:
« ¡Pues
hombre! Fíjense ustedes que por mera recurrencia, la mayor parte están conmigo.
¿Ustedes creen que estarían aquí sino
hubieran estado conmigo en el pasado? Yo
les aseguro que si ustedes pudieran recordar en este momento sus vidas
anteriores, se verían en Roma conmigo en la época cuando yo tuve la personalidad
de Julio César, y se verían ustedes formando parte de las huestes
romanas. »
* * * * *
Pero
si Samael hubiera estudiado con más cuidado la vida de Julio César seguramente
no hubiera afirmado todo eso.
¿Por qué?
Porque
resulta que Julio César era completamente el tipo de hombre que Samael
aborrecía.
1)
Para comenzar Samael repudia a la gente que se divorcia, pero resulta que Julio
César se divorció de su esposa Pompeya.
2)
Y también Samael detesta la prostitución, pero resulta que Julio César le
encantaba la prostitución, al grado que el historiador romano Suetonio relata que Julio César
se gastó fortunas por contratar continuamente los servicios de las prostitutas
de lujo que trabajaban en Roma.
3)
Y también Samael desprecia a los hombres que tienen relaciones con varias
mujeres, pero resulta que Julio Cesar tuvo numerosas amantes, y entre las más
famosas están: Cleopatra reina de Egipto, Eunoe reina de Mauritania, Mucia esposa
de Pompeyo, Tertula esposa de Craso, Postumia esposa de Rufo, Lolia esposa de
Gabinio y Servilia quien fue la madre de Bruto.
Y
además dado que a Julio César no le molestaba exhibir su desenfrenado libertinaje (ya que para nada él
fue discreto) eso motivó a mucha gente a burlase de él.
Por
ejemplo, en la ceremonia triunfal que se le hizo en su honor tras su victoria en
las Galias, sus soldados cantaban esta copla:
“Ciudadanos vigilad a vuestras mujeres porque traemos con
nosotros al adúltero calvo. En las Galias te luciste fornicando con la ayuda del
dinero que aquí pediste prestado.”
4)
Y también Samael aborrece a los hombres que eyaculan, pero resulta que la
contención del semen no era algo que se acostumbrara practicar en la Antigua Roma,
sino que al contrario ese imperio fue famoso por sus excesos y orgías. Y los
numerosos hijos que Julio Cesar tuvo con diferentes mujeres demuestran que él no
era partidario del “Gran Arcano” que
preconiza Aun Weor.
5)
Pero sobretodo Samael muestra un odio enfermizo hacia los homosexuales, pero
resulta que Julio César también tuvo encuentros con hombres siendo el más famoso
el que mantuvo con el rey de Bitinia, Nicomedes Filopator.
Y
es por eso que sus soldados aludían en sus cantos:
“César sometió a las Galias y Nicomedes sometió a César.”
Y
en una ocasión cuando Julio César estaba defendiendo una propuesta en beneficio
de la hija de Nicomedes, su adversario le replicó:
“Ahórrate los detalles que de sobra sabemos todos qué es
lo que te dio Nicomedes.”
Y
es por eso que los adversarios políticos de Julio César solían apodarlo:
“La Reina de Bitinia.”
Y
este libertinaje sexual tan exacerbado que mostró Julio César motivó al senador
romano Curión a describirlo como:
“El hombre de todas las mujeres y la mujer de todos los
hombres”
CONCLUSIÓN
Esto
es un ejemplo más de la megalomanía que tenía Samael, el cual no pudo
resistirse a pretender haber sido uno de los personajes más celebres de la
historia. Pero también nos muestra que Samael NO investigaba con seriedad
porque si lo hubiera hecho, entonces habría evitado decir semejante burrada que
puso en relieve su charlatanería.
Y
es que Samael demostró con esta afirmación que él no sabía mucho acerca de cómo
funciona la reencarnación, porque deben de saber que uno hereda las
características que uno desarrolló en sus vidas pasadas. Pero resulta que
Samael y Julio Cesar tienen personalidades completamente opuestas, ya que:
Julio
Cesar jamás mostró interés por el ocultismo sino que él estuvo toda su vida fascinado
por el poder político y militar. Mientras que Samael al contrario jamás mostró
interés por la política o la milicia, pero en cambió sí mostró mucho interés
por el esoterismo.
Por
lo tanto una reencarnación más lógica para Julio Cesar sería que volviera a renacer
como un gran gobernante que buscara controlar un imperio (como por ejemplo
Napoleón Bonaparte), o en tiempos más modernos que renaciera como un hombre de
negocios que buscara hacerse de un imperio comercial (como por ejemplo Carlos
Slim).
Pero
en cambio NO tiene sentido que Julio Cesar hubiera renacido como Samael Aun
Weor, el cual detestaba todo lo que Julio César adoraba.
Y
además todo esoterista serio, lo que menos querría sería haber sido Julio
Cesar.
¿Por qué?
Porque
la época de gloria de ese tipo ya pasó y en cambio la factura kármica que se
echo encima es gigantesca.
Simplemente
tengan en cuenta que la invasión de las Galias que llevó a cabo Julio César provocó más de un millón de muertos galos (y no solamente hombres sino también mujeres y
niños) y otro millón que fueron vendidos como esclavos.
Y
todo eso para satisfacer la ambición y la riqueza de ese individuo que quería
coronarse Emperador del Imperio Romano…
Realmente
me apiado mucho por el humano que fue Julio Cesar porque va a tardar muchísimas
reencarnaciones para terminar de saldar su karma.
Y
por consiguiente nadie en su sano juicio querría haber sido Julio Cesar en una de sus
vidas pasadas. Solamente los individuos engreídos e ignorantes querrían haber sido semejante
tipo y Samael demostró ser uno de ellos.
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